¿Sabes qué es la línea temporal? Si estás escribiendo una novela, ya tienes una. Es el orden en el que suceden las cosas. ¿Y por qué digo que la línea temporal puede ser tu arma secreta?

Piensa en cualquier historia que conozcas bien. Por ejemplo, la de Cenicienta (versión Disney). Esta historia la conocemos en orden cronológico:

  1. El padre de Cenicienta enviuda.
  2. Se vuelve a casar con una señora que tiene dos hijas.
  3. Fallece.
  4. Cenicienta se queda sola en manos de su madrastra y las hijas de esta, que la explotan.
  5. El príncipe del reino busca esposa y convoca un baile.
  6. Cenicienta se entera y se diseña y confecciona un vestido.
  7. La noche del baile, su madrastra le prohíbe asistir y le rompe el vestido.
  8. Cenicienta se queda sola, llora y aparece el hada madrina.
  9. Con un hechizo, Cenicienta llega al palacio deslumbrante, nadie la reconoce.
  10. Cenicienta baila con el príncipe.
  11. A las 12, se rompe el hechizo, sale corriendo y se deja un zapato.
  12. Un paje del príncipe busca a la dueña del zapato y del corazón del príncipe.
  13. Cenicienta se prueba el zapato y se promete con el príncipe.

Esta historia tiene 13 acontecimientos y siempre se suelen narrar en su orden cronológico. Hay que tener en cuenta que se trata de una obra infantil. Pero ¿y si alteramos el orden?

Fíjate que el acontecimiento 5 sería el que rompe con la rutina o la realidad habitual de la protagonista. Hasta entonces, del 1 al 4, el narrador solo nos ha contado lo que hay: nos describe a Cenicienta, lo desgraciada que es, lo que le ha pasado a su padre, etc. Si esto fuera una novela larga de, por ejemplo, 300 páginas, unas 92 páginas tratarían de esto. Ya hay que ser muy buen escritor para hacer interesante una presentación tan larga (asumiendo que demos la misma importancia a todos los acontecimientos). Ojo, no es imposible, de hecho, el Realismo nos ha acostumbrado a ello.  

No obstante, me gustaría que aplicaras este ejemplo a tu propia novela. ¿No crees que, si no conocieras La Cenicienta, preferirías que empezara con algo que te incitara a seguir leyendo? Por ejemplo, el acontecimiento 9, en el que una muchacha bellísima y desconocida se presenta en un baile real, puede ser una buena manera de mantener al lector enganchado y alerta hasta descubrir de quién se trata. También puede posicionarse bien en el principio una gran discusión entre la madrastra y Cenicienta, de manera que el lector quiera saber por qué, qué pasa, cómo han llegado hasta ahí.

¿Qué te parece? ¿Lo habías pensado? ¿Estás usando ya flashbacks (saltos al pasado) o prolepsis (saltos al futuro) para atrapar al lector? Recuerda que tú, como escritor, tienes mucha información y que la manera en que la distribuyas y dosifiques hará que el lector siga leyendo o cierre tu obra.

Te recomiendo que organices tu trama por capítulos y por acontecimientos para que puedas planificar qué tipo de información quieres que el lector tenga antes o después.

Para ponerte un ejemplo, en mi novela, en la que hay acontecimientos que suceden entre 1938 y 2000, no estoy siguiendo un orden cronológico, sino que me estoy orientando más por los temas de los que quiere hablar la protagonista. Por ejemplo, si un capítulo trata de la maternidad, puede que en él narremos hechos desde los años 40 a los 60, mientras que, quizá, en el anterior, la trama ocurría en los 80 y, en el siguiente, en los 30.

Por cierto, recuerda que tienes la checklist a tu disposición para ayudarte con todos estos pormenores durante la escritura de tu novela. Sí, como ves, la línea temporal puede ser tu arma secreta, espero que ahora tengas más claro cómo utilizarla bien.