Los false friends son esas palabras que significan algo completamente diferente a lo que le parece al aprendiz del idioma extranjero, debido a la similitud que pueda tener con otra palabra de su idioma materno. Tanto si eres traductor como estudiante de un idioma, los false friends pueden liártela. Aquí unos divertidos ejemplos.

Atender y atendre (francés, «esperar»)

Si oyes a la teleoperadora francesa decirte atendre, no te pide atención, sino paciencia.

Guardar y guardare (italiano, «mirar»)

Si le dices a un italiano que te guarde il posto, lo mucho que va a hacer es mirar donde estás.

Diversión y diversion (inglés, «desviación»)

¡Ojo! Si vas por Reino Unido, no solo tienes que conducir por la izquierda, sino que deberías hacer caso omiso al GPS si ves el cartel diversion.

Anécdota y anedota (portugués, «chiste»)

Si un portugués te pide que le cuentes una «anedota», procura que sea muy graciosa.

Gato y gatte (alemán, «marido»)

—Mi gatte está esperando en casa, me voy.

—¡Ay! ¿Tú también tienes? El mío se llama Misifú.

Leer y leer (alemán, «vacío»)

A algún español ya le gustaría que leer en español fuera un sinónimo de vacío…

Terminar y termin (alemán, «cita»)

Que no, que esa chica alemana que has conocido en Berlín no quiere parar de verte, ¡te está pidiendo una cita!

Pronto y pronto (italiano, «estar listo»)

Cuando una nonna italiana dice que la pasta está pronta, es que ya te la puedes comer.

Mona y amona (euskera, «abuela»)

Y hablando de abuelas, un respeto a ese amigo vasco que habla con cariño de su amona.

Cama y cama (catalán, «pierna»)

Si alguien se ha roto la cama en Cataluña, no podrá andar, pero sí dormir.