Vamos a ponértelo muy fácil. Si tuvieras que contarte el pelo, ¿quién preferirías que lo hiciera?¿El peluquero del centro que tiene formación y experiencia o tu amiga la que se cortó el flequillo una vez y no le quedó tan mal? Exacto. Por mucho que te jure que se le da bien y que no puede ser tan difícil, lo más probable es que le digas a tu amiga que te lo has pensado mejor y vas a dejarte melena. Lo mismo pasa con el corrector profesional.

Cuando necesitas unos resultados de calidad solo hay una solución: ponerte en manos de expertos. Y esto es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Pero si eres un autor y necesitas que tu obra esté perfecta, debes encomendar esa labor un corrector profesional. Porque no hay nada que enmarque mejor tu escritura que la ausencia de fallos formales y estéticos. 

Un corrector profesional sabe lo que buscar

Cuando se redacta un texto y se repasa para comprobar si hay errores que subsanar, es muy probable que quien lo escribió no sea capaz de detectar esos fallos, pues ya tiene lo que ha escrito grabado en su mente. Y tampoco el hecho de que lo lean muchas personas o lo repase un corrector automático es la solución. Para asegurarnos de que nuestro escrito está libre de errores, es necesario un corrector profesional, pues él se aproxima a los trabajos con ojos frescos y entrenados. 

El corrector profesional no solo tiene un perfecto dominio de las normas ortográficas. Su valor añadido a los textos reside en su conocimiento de los usos y costumbres de la lengua, así como en su amplio y avanzado léxico

Una buena corrección mejora el texto. Arreglando los errores que encuentra, el corrector profesional refuerza la intención del autor a la hora de crear su obra. Este puede pedir que su escrito sea, por ejemplo, más didáctico, si se trata de un texto académico. El corrector será capaz de aportar un léxico más sencillo o explicativo, así como de usar correctamente recursos tipográficos como la negrita y la cursiva para remarcar lo que el autor está expresando. 

Una buena corrección incluye a más de un corrector profesional

En Letropía cuidamos todos los textos, tratándolos con el mayor respeto para asegurarnos de que estamos aportándole valor. No queremos, en ningún caso, cambiar el estilo de quien lo ha escrito. Nuestra función es que tu texto tenga más credibilidad y calidad, y llevamos a cabo una corrección de estilo profunda o una corrección ortotipográfica, es que más superficial. Eso dependerá de los problemas que observamos en el texto al analizarlo por primera vez. Si te pones en contacto con nosotros para solicitar presupuesto de corrección, recibirás una muestra gratuita del resultado, con lo que sabrás qué tipo de corrección es la adecuada. 

Para que una corrección sea óptima, es necesario que se lleven a cabo varias correcciones por parte de más de un corrector profesional. Cada uno de ellos se centrará en diferentes aspectos del texto. Así, uno de ellos hará una primera revisión de estilo para corregir errores gramaticales y eliminar muletillas, entre otras cosas. Tras esto, otro realizará una revisión ortotipográfica para detectar y corregir, por ejemplo, errores ortográficos y de puntuación. Finalmente, se lleva a cabo una corrección de pruebas cuando el texto ya está acabado y listo para ser publicado. 

En Letropía trabajamos un equipo completo de correctores para aportarle a tu texto la calidad lingüística que necesita, haya una editorial detrás o no. Si crees que necesitas a todo un equipo de correctores profesionales a tu lado, de confianza y para siempre, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.