Esta semana tenemos a una invitada muy especial que se ha ofrecido a explicarnos aspectos que tener en cuenta para traducir tu libro. Muchos de vosotros queréis traducir vuestro libro a inglés para que se posicione mejor en Amazon y llegar a más lectores, pero traducir un libro es una gran inversión y debe estar acompañado de otras acciones. En este artículo, Núria Masdeu te explica mejor qué debes tener en cuenta antes de traducir tus libros a otros idiomas.

Núria Masdeu es traductora, correctora y gestora de proyectos de traducción especializada en traducción y localización al catalán. Desde 2014 trabaja por su cuenta, y los últimos años lo ha hecho desde varios países como nómada digital.

Estás escribiendo un libro con toda tu pasión y no solo quieres que lo lean tus conocidos y lo descubran desconocidos. Te estás planteando traducirlo para traspasar fronteras.

Sin embargo, temes que tu obra caiga en manos de alguien que no sepa transmitir tu esencia en otro idioma, que no redacte como esperas o que no cumpla los plazos acordados.

La traducción es una inversión y tu libro es tu reputación.

Si quieres saber qué aspectos debes tener en cuenta para elegir a un traductor para tu libro, sigue leyendo.

1.      Tu libro es tu reputación: trabaja con traductores profesionales

Tu libro es tu pasión. Lo has repasado 20 veces y le has dedicado tiempo y esfuerzo para que la versión final quede perfecta y tus lectores la disfruten. Incluso has invertido en una corrección profesional.

Por eso te recomiendo que, si quieres traducirlo, lo hagas con profesionales. Porque tu libro es también tu reputación.

¿Te arriesgarás a trabajar con un supuesto traductor al que has encontrado en un directorio de Internet, del que no tienes referencias y que no te ofrece garantías de calidad ni de cumplimiento de plazos? ¿Te arriesgarás a traducirlo de forma automática y a recibir reseñas negativas?

Valora varias opciones y piensa en el resultado y sus consecuencias.

2.      Corrige tu libro, revisa la traducción

Por otra parte, la traducción no es el único servicio que debes contratar.

Puedes considerarte buen escritor, que te hayan dicho que redactas muy bien o incluso que te dediques a la lengua profesionalmente, pero la verdad es que somos humanos, y a todos se nos escapa algo. Igual que un escritor mete la pata en su propio idioma, el traductor profesional nativo del idioma al que quieres traducir tu libro puede cometer algún error tanto de ortografía como de interpretación del texto original. Eso no le hace peor traductor, existe un margen de error normal con el que se debe contar. 

Una relectura (por parte de otra persona) siempre, sin excepción, mejora un texto. Y en la traducción ocurre lo mismo: necesitas una revisión.

Y ahora te preguntarás: ¿cuál es la diferencia entre revisión y corrección?

Un revisor no solo corrige la versióntraducida en el idioma de destino, sino que además la compara con la versión original para detectar posibles problemas de comprensión, omisiones, etc.

En cuestión de tiempo y costes, la revisión suele costar un tercio del tiempo de traducción.

3.      ¿Traductor autónomo, agencia o editorial?

Actualmente, las opciones son infinitas. En Internet encontramos traductores autónomos, profesionales y no profesionales, servicios de traducción en directorios, empresas de traducción y corrección, editoriales, etc. Eso por no hablar del amigo inglés (o que sabe inglés).

Ten en cuenta que el precio puede variar en función de si contactas con una empresa grande o una editorial, que gestiona la traducción, o con una empresa más pequeña o un autónomo.

¿Cuál es la mejor opción? La respuesta es: depende.

A continuación, te muestro las principales ventajas y desventajas de traducir tu libro con una editorial, una empresa de traducción o corrección pequeña o un autónomo.

Ventajas de trabajar con una editorial

  • Se encarga de la traducción, edición y corrección
  • Tiene contactos
  • Gestiona la promoción del libro

Principal desventaja: precio elevado o dificultad de que te hagan caso si ellos lo costean

Ventajas de trabajar con una empresa pequeña

  • Trato personalizado y con menos intermediarios
  • Traductores profesionales de confianza y con referencias
  • Gestión del proceso de traducción y revisión para que el autor no tenga que preocuparse por nada

Principal desventaja: requiere promoción por parte del autor

Ventajas de trabajar con un traductor autónomo

  • Comunicación directa con el traductor
  • Acuerdo personal
  • Tarifa más económica (importante para autopublicaciones)

Principal desventaja: no incluye revisión, edición ni corrección y requiere promoción por parte del autor

Estos puntos pueden ayudarte a decidir cuál es la opción ideal para ti. Elijas la que elijas, lo que sí te recomiendo es que pidas referencias y trabajes con alguien de confianza.

4.      ¿Traducción o adaptación?

¿Te has planteado la opción de adaptar tu libro en lugar de traducirlo?

Un idioma tiene diferentes variantes: adáptalo a la región geográfica en la que quieras venderlo. Es lo que conocemos como localización.

Suponiendo que tu libro esté escrito en español, ¿has pensado en promocionarlo en otros países de habla hispana? Hay más de 500 millones de hablantes de español nativos. ¿Por qué limitarte a una sola región? Te resultaría mucho más sencillo y rentable promocionar una novela en Argentina que en Alemania. Además, te ahorrarías la traducción, aunque es cierto que, según el tipo de obra, necesitarías una adaptación al español de Latinoamérica (en este caso, al de Argentina).

La localización garantiza que se adapten referencias culturales, formas verbales, expresiones y vocabulario específicos de una variante que dificultarían la comprensión en la otra, etc. El objetivo es acercar una obra al lector de una región concreta para que pueda disfrutarla sin obstáculos.

5.      Traducción y derechos de autor

Según la Ley de Propiedad Intelectual, las traducciones y adaptaciones son obras derivadas y, como tales, tienen derechos de autor. Estos derechos pueden variar en función del país. En cualquier caso, se recomienda establecer un acuerdo por escrito en el que se definan los derechos del autor y del traductor antes de empezar el encargo. Es decir, deberás firmar un contrato con el traductor donde se establezca el pago inicial del servicio y, posteriormente, las regalías que el profesional recibirá por cada libro vendido.

Si trabajas con una editorial, se encargará de todo el proceso. De lo contrario, deberás asesorarte para preparar el acuerdo.

Espero haber arrojado un poco de luz sobre este tema y que puedas tomar la decisión más acertada para traducir tu libro.

Para más información sobre traducciones literarias, te recomendamos que acudas a la asociación de traductores literarios Acett.