Los ojos del corrector

Los ojos del corrector

Nuestro cerebro, en estos casos, reconoce las palabras como si fueran imágenes, y comienza a primar sobre el orden interno la propia presencia de todos los elementos que conforman una palabra. La lectura de textos como estos requiere de la cooperación de ambos hemisferios cerebrales y una buena comunicación entre ellos: el hemisferio izquierdo (donde se lleva a cabo el procesamiento del lenguaje) solo es capaz de leer estos textos con el apoyo del hemisferio derecho, que permite una mirada más holística y menos analítica sobre el texto.

Palabras de autor

Palabras de autor

Muchas palabras del español provienen del latín; otras, del griego; otras son extranjerismos. La mayoría de palabras que empleamos a diario tienen una larga evolución etimológica e, incluso, fonética. ¿Quién diría a simple vista que oîkos, oicos («casa») y νέμειν,...
10 errores gramaticales en canciones

10 errores gramaticales en canciones

Decía César Vallejo, en El arte y la revolución: «La gramática, como norma colectiva en poesía, carece de razón de ser. Cada poeta forja su gramática personal e intransferible, su sintaxis, su ortografía, su analogía, su prosodia, su semántica. Le basta no salir de los fueros básicos del idioma».

Breve repaso por la historia del corrector de textos

Breve repaso por la historia del corrector de textos

Que escribir es un arte es una máxima que ya a nadie le resulta extraño escuchar, quizás, no a todas horas, quizás, no todos los días, pero «escribir es un arte» ya es una premisa de la que podemos partir por la indudable condición de verdad que recaban las...
Los correctores en el parlamento editorial: no soy nadie, doctor

Los correctores en el parlamento editorial: no soy nadie, doctor

Si algo nos sucede a los trabajadores del mundo editorial (yo, tras noches de cavilación, todavía no he sido capaz de encontrar un porqué), es que somos víctimas inevitables, presas forzosas, cautivos necesarios (…) de ese fenómeno que no sé si con más gracia o veracidad ha sido bautizado como deformación profesional.